ARTE

Trabajo bajo el influjo de urgencias personales. He hallado maneras de suplir la necesidad de enunciar y denunciar la erosión de las relaciones interpersonales, ciertos conflictos de la existencia y nuestra interacción con el medio ambiente.

El cuerpo humano está al centro de la narrativa de este ejercicio. El cuerpo como contenedor, como vasija tupida de memorias, sentimientos y procesos cognitivos que inciden directamente en la manera de relacionarnos con lo externo. Es, también, una manera de arrojar preguntas, de cuestionar los estamentos que influyen en nuestra experiencia de vida; ¿va la sociedad hacia una especie de deshumanización? ¿Cómo socavar las violentas relaciones de poder que se nos imponen? ¿Cómo activar y sostener la memoria y sus procesos de socialización?